La educación musical debe permitir que los niño/as puedan descubrir, sentir, expresarse... a través de la música. Según Schafer (1988) la enseñanza de la música debe:
- Descubrir las potencialidades creativas del alumnado para hacer su propia música.
- Presentar los sonidos del entorno, reconocer y valorar el paisaje sonoro.
- Buscar un espacio común donde puedan encontrarse todas las artes.
- Sensibilización sonora, considerar la importancia de cada uno de los sonidos.
La creatividad se define como la capacidad o habilidad de diseñar, identificar y proponer problemas. Asimismo, la música es el arte de los sonidos, el conjunto de voces o instrumentos o composición musical. Los niños/as están continuamente manipulando objetos ya que es la forma que tienen para conocer el entorno que les rodea. De esta manera, mediante los instrumentos musicales, los pequeños y pequeñas están creando constantemente nuevas formas de comunicación a la vez que desarrollan las cualidades necesarias para la escucha.
Todas las personas presentan de manera innata un potencial creativo, pero el nivel de creatividad que tenga cada uno va a depender de la estimulación que tenga a lo largo de la vida. Por ello, para estimular la creatividad es necesario que se trabaje desde todos los contextos (familiar, escolar y social).
Tradicionalmente, las actividades musicales estaban dirigidas al canto, la interpretación, la reproducción sonora y la ejecución. Sin embargo, no se tenía en cuenta la satisfacción por la expresión personal. Por lo que, si queremos desarrollar la creatividad musical, debemos crear actividades en la que los niños/as exploren los diferentes sonidos a través del juego.
Otro de los factores que ayudan a desarrollar la creatividad es la improvisación (forma de aprender a valorar las ideas).
Para educar musicalmente y fomentar el desarrollo de la creatividad, varios músicos y pedagogos del siglo XX, han elaborado una serie de metodologías que van a permitir alcanzar dichos fines. Estas son:
- Orff: se pretende descubrir el valor rítmico y expresivo del lenguaje hablado y su relación con el lenguaje musical. En esta metodología tienen gran importancia los instrumentos musicales. En esta metodología se emplean las siguientes sílabas rítmicas: van = blanca, ando = negra, corro = corcheas.
- Kodàly: expone que la canción popular debe ser la lengua materna del niño/a. Además, dice que el folclore debe ser el punto de partida para la educación musical. Su método se basa principalmente en el canto. En esta metodología se emplean sílabas rítmicas como: ta-a = blanca, ta = negra, ti-ti = corchea, ti-ri-ti-ri = semicorcheas.
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Realizado por:
Jesica López Castro